La tierra de diatomeas es una roca de origen orgánico proveniente de la acumulación de algas fósiles de agua dulce. Desde la década de 1950 se comenzó a usar contra diferentes plagas, por su capacidad como insecticida físico - mecánico y, actualmente, es usado para la protección de granos almacenados en numerosos países de Europa y Asia.

De tamaño microscópico, las diatomeas producen desgarros y perforaciones en el aparato bucal, exoesqueleto y órganos internos o absorben la cera cuticular, que llevan a la muerte del insecto, por deshidratación. Estas acciones no afectan a vertebrados y no generan resistencia en los insectos.

 

La tierra de diatomeas es un producto natural que no implica riesgo para personas y animales que estén en contacto con el producto y que "Benidorm sin plagas" aplica con éxito.

Además no deja residuos químicos de síntesis. Como precaución se debe evitar su inhalación por tratarse de un producto con micropartículas que puede causar algún daño pulmonar.
  

La acción insecticida es estrictamente físico-mecánica, por lo que a diferencia de los biocidas químicos convencionales no generaría resistencia en los insectos y mantendría su actividad por tiempo muy prolongado. Los bordes afilados de las partículas de la tierra de diatomea se adosan fácilmente al cuerpo de los insectos, provocando perforaciones y abrasiones en el exoesqueleto de quitina y destruyendo la estructura cerosa, absorbiendo sus líquidos corporales y secándolos por completo, por el cual el insecto muere por desecación.
 

La tierra de diatomeas puede ser un aliado útil para el control de plagas en su hogar o negocio, especialmente en el caso de infestación por cucarachas, chinches, etc, permitiendo un menor uso de insecticidas convencionales. Consúltenos al respecto.